jueves, 13 de diciembre de 2012

Esta semana está siendo de lo más amena. Se podría decir que estamos demasiado ocupadas en ensayar la actuación de navidad con los alumnos que ni tenemos tiempo para dedicarnos a otras materias.
Pero no todo ha sido ensañar, también he hecho grandes avances esta semana.

El martes probé con los otros alumnos de primero mi herramienta de aprendomusica.com y realmente fue un éxito. Lo más sorprendente de todo es que el niño con Asperger realizó la actividad correctamente y eso me enriqueció muchísimo porque tengo esperanzas en él y sabía que su transtorno no sería ningún impedimento. Mi tutora me felicitó diciendo que ya empezaba a "coger tablas" de maestra. Eso fué lo que más me gustó.

El miércoles ayudé a una alumna de matemáticas que presentaba un pequeño retraso a la hora de saber como se escribian los números, por ejemplo, que dos cientos cuarenta y cinco va escrito así, 245 y no 20045. Me senté a solas con ella en la alfombra de la clase y diseñé unos pequeños recuadros para que ella lo utiilizara de modelo para saber su colocación. Por ejemplo, que los números que empiezan por centena (200) tienen tres cuadraditos para cada número y no cinco.
Este método funcionó fenomenal y conseguí corregir ese pequeño transtorno inmediatamente.

Desviándonos de las herramientas educativas, quería comentar una anécdota que me ocurrió el martes.
Como dije anteriormente, en 1º tengo un niño con hiperactividad y con un carácter muy rebelde. Estaba tan tranquila en el recreo cuando me vinieron unas niñas diciendo que este niño estaba escupiendo sangre por la boca. Fuí enseguida y vi que simplemente se había hecho un pequeño corte en el labio. Le llevé al lavabo y le limpié la herida cuidadosamente para quitarle toda la sangre. Al terminar, el niño sin dar las gracias ni nada, se marchó. No suele ser muy cariñoso ni sociable con los mayores, pero por la tarde algo había cambiado. Justo me tocaba clase con él y cuando me vió se mostró algo más amable y no tan esquivo.
Con ese pequeño gesto me dí cuenta de una cosa, que a los niños hay que tratarlos con cariño, que seas una madre para ellos. Si tú das, vas a recibir de ellos, y eso me pasó con este niño, que solo necesitaba un poco de cariño.


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