Este viernes seguimos con nuestro pequeño teatro de navidad. Cada día estamos más contentas porque ya lo estamos terminando y ya queda menos para el esperado día.
Me llamó mucho la atención que mi tutora preparara la función de un grupo que no es tutora, y como soy una chica curiosa, le pregunté porque se tomaba esa molestia, que quién debería de preparar eso es su tutora y no ella, y la verdad que me alegré mucho de haberle hecho esa pregunta. Me dijo que lo hacía para acercarse a los alumnos, para hacer cosas con ellos, aunque solo sea pintar todos juntos los ladrillos del portal, pero que ellos inconscientemente te toman cariño y luego el trato con los padres es más familiar. Parece una tontería, pero aunque solo les digan "hoy hemos pintado un cuadro con mi señorita y me lo he pasado muy bien", los padres se alegran y son más cercanos contigo.
Otra cosa que he aprendido este viernes ha sido que para que los alumnos te respeten han de aprender que tu eres su maestra y ellos tus alumnos, y que es un error tener un trato de "amigos". Este día lo he podido comprobar. Como soy una extrovertida, sociable y amable, pues siempre soy muy cercana a los niños y digamos que inconscientemente me he convertido como una amiga para ellos. Este viernes ese hecho me repercutió. En la clase de música cuando le dije a una alumna que dejara de molestar, hizo caso omiso como si yo no fuera quién para regañarla o por ejemplo me quitaba las cosas de las manos sin pedir permiso. Al darme cuenta de la situación, me puse dura y le dije a la alumna que ante todo yo era su maestra y ella mi alumna y que debía tenerme el mismo respeto que yo tenía con ella. Con eso he aprendido que más vale ser menos amigable y marcar una autoridad, que intentar ser amigos para ganarte a tus alumnos. Preocupándote por ellos y darles cariño te llevará por el camino correcto.
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